La terapia craneosacral es un método de la fisioterapia que busca el equilibrio del cuerpo. Unifica la parte estructural y funcional para regular todos nuestros sistemas orgánicos.

El sistema craneosacral lo forman las meninges, los huesos en los que estas se insertan, el líquido cefalorraquídeo (que rodea el sistema nervioso central desde el cráneo hasta el sacro) y las fascias. Las fascias son un tejido conectivo dispuesto a modo de envoltura de cada uno de los órganos, músculos, nervios y articulaciones. Todas las fascias están relacionadas, son un continuo de la cabeza a los pies.

Nuestro tratamiento incide precisamente en el tejido fascial: a través nuestras manos percibimos estas restricciones y ayudamos al ritmo craneosacral, de una manera respetuosa y no invasiva, para devolver el equilibrio a nuestro organismo.

La terapia craneosacral se recomienda como tratamiento preventivo, ya que mejora el sistema inmunológico y aporta mayor energía, calidad de sueño y equilibrio físico y mental.

Las indicaciones de esta terapia son:

  • Dolores de cabeza, migrañas.
    Trastornos musculares y articulares en la región craneofacial y en la mandíbula
  • Lesiones del sistema nervioso central y de los pares craneales
  • Trastornos digestivos y respiratorios
  • Estrés postraumático y emocional
  • Fatiga, irritabilidad y problemas de sueño
  • Dolores crónicos de espalda, discopatías o escoliosis
  • Trastornos del aprendizaje, hiperactividad
  • Autismo y trastornos de la conducta
  • En los bebés: partos difíciles, partos con fórceps, cólico del lactante, llanto irritable, tortícolis, etc.